El fin de semana estuve hablando con un amigo, y entre muchas conversaciones surgió un tema interesante a raíz de una experiencia personal suya. En concreto, mi amigo se sentía culpable por gastarse 70 euros en un juego de consola.
No pudo aguantar la tentación y acabo comprándoselo. Esto nos llevó a un largo debate sobre el gasto frívolo y el sentimiento de culpa y descubrimos que su umbral de culpabilidad está mucho más arriba que el mio.
Tiendo a sentir que he perdido dinero cada vez que gasto 10-15 euros en algo que después me doy cuenta de que no lo necesitaba, mientras que a mi amigo esa cantidad le parece escasa y no siente culpabilidad hasta los 50 euros o más.
Es una cuestión muy interesantes ya que nos muestra una parte importante de cómo nos relacionamos con el dinero y el control que ejercemos sobre él.
¿Dónde está el Límite?
Desde mi punto de vista, existe una conexión directa entre los niveles de deudas y la cantidad de dinero que puedes gastar en cosas frívolas sin sentirte culpable.
Cuanto mayor sea el nivel de deuda, mayor será el dinero que puedes gastar en cosas frívolas sin sentirte culpable. Las personas que tienen deudas tienden a tener una idea equivocada de lo que pueden o no gastar . Por lo tanto, su concepto de lo que pueden pagar sin problemas crece.
Y cuanto menor es la cantidad de euros que desencadena el sentimiento de culpa, mejor es la situación financiera de esa persona.
Esto es completamente independiente del nivel de ingresos, es más, creo que las personas ricas que han desarrollado su fortuna controlando sus finanzas deben tener un umbral de culpabilidad muy bajo. Les debe molestar mucho gastar un solo euro a lo tonto.
¿Qué Puedes Aprender de Esto?
En primer lugar, evalúa todos tus gastos frívolos individualmente. Mira tus gastos e identifica cuáles te hacen sentir culpable.
¿Qué tipo de gastos y qué cantidad te hacen sentirte culpable y tener la sensación de que has tirado el dinero?
A continuación, concéntrate en los gastos que son suficientemente grandes y te hacen sentir culpable. Pregúntate si realmente necesitas eso que compraste y piensa en los sentimientos que otras compras te han generado.
Después, enfócate en las compras más pequeñas. Aquellas que no han hecho sentir culpable.
Si no te sientes culpable por comprar un libro todas las semanas, pregúntate si ese dinero no podría estar dedicándose a otra cosa.
Recuerda que los gastos hormiga pueden marcar mucho la diferencia. Si eliminas ese gasto y dedicas el dinero al ahorro o la inversión tu nivel de vida crecerá exponencialmente.
Conclusión
La culpa puede ser un poderoso motivador si la usas buscando cambios positivos. No trates de ignorarlo los sentimientos que tienes después de cada compra. Son señales que te indican si estás haciendo las cosas bien o mal.
¿Cuánto es tu umbral de culpabilidad?¿Estás de acuerdo con mi opinión?