Hoy os quiero comentar un tema personal. El otro día me compré una tableta de chocolate de Toblerone por 3,50 euros. Era Sábado por la mañana, salí a hacer unas cosas y no me pude resistir a la tentación de comprármelo. Y es que me encanta el chocolate. Y más de esa marca de chocolate suizo
¿Es una manera eficaz de gastar el dinero comprar una tableta de chocolate por 3,50 euros? Por supuesto que no. Es muy buen chocolate pero son 3,50 euros que desaparecieron en pocos minutos.
Podría haber usado ese dinero para ahorrarlo y usarlo para cosas más importantes y duraderas como ahorrar para mi jubilación. En su lugar lo gaste en algo frívolo y que duro poco.
Qué Tiene de Importancia un Gasto de este Tipo
Los 3,50 euros no son realmente un gran gasto. Siempre y cuando no se repita con frecuencia y entonces se convierta en un gasto hormiga enorme.
Digamos que me compro esa misma tableta de chocolate una vez a la semana, durante todas las semanas del año. En total a lo largo del año estamos hablando de 182 euros. Eso ya es una cantidad muy importante de dinero por un placer que solo dura un par de minutos.
El valor real de esta situación, sin embargo, no está en convertirlo en una rutina. Fue un momento espontáneo que disfrute (y mucho ;)).
Son esos pequeños placeres simples, como comerse una tableta de tu chocolate favorito, una conversación con un amigo, comer con tu familia, etc. los que recuerdas en el futuro cuando piensas en estos momentos.
El valor estaba en la singularidad del momento. Si simplemente empiezo a comprarme una tableta de chocolate Toblerone todas las semanas, pasa de ser algo estupendo, divertido y especial a algo común, normal y rutinario.
Tratar de recrear siempre ese tipo de momentos especiales es algo inútil. Trata de disfrutar de ello, ya que no suceden siempre.
Conclusión
¿Qué es lo que puedes aprender de este pequeño ejemplo? Son estos pequeños momentos especiales que cuestan unos pocos euros lo que le dan sal a la vida. No puedes estar todo el rato pensando en recortar gastos, ahorrar e invertir.
El problema viene cuando estos momentos especiales se convierten en una rutina. No solo porque el gasto empieza a subir alarmantemente sino porque deja de ser especial y se convierte en un hábito.
Si te ha gustado el artículo, por favor, compártelo en tu red social favorita.