Como ya se sobreentiende por el título del artículo, y como es obvio por otra parte, los mini créditos online no sirven para todas las situaciones y, por lo tanto, deben usarse con responsabilidad y analizando cada caso antes de pedirlo. No hay barra libre en los préstamos rápidos.
Es cierto que es un producto útil para momentos puntuales, ofreciendo soluciones rápidas ante momentos en los que nos sería muy complicado, por no decir imposible, conseguir dinero por otra vía. Pero también es cierto que los honorarios se actualizan diariamente, por lo que están pensados para devolverlos en un corto espacio de tiempo. Si no vamos a poder hacerlo, es preferible buscar otro producto financiero, ya que los mini créditos a largo plazo, pueden acabar siendo caros y, si abusamos de ellos pueden causar sobre-endeudamiento.
Cuándo son útiles los minicréditos
Aun así, como decimos, son muy útiles en momentos puntuales. De ahí la gran acogida que han tenido desde su aterrizaje en España hace ya algunos años.
Por ejemplo, son muy útiles para pequeños desajustes económicos, en los que por ejemplo se complica el final de mes, o la cuesta de enero se hace más larga de lo esperado, momentos en los que la economía familiar sufre algún desajuste y los créditos rápidos nos proporcionan mayor agilidad económica.
Evidentemente, también son muy útiles cuando debemos afrontar un pago inesperado, ya sea por una avería del coche o que se nos ha estropeado la nevera. Incluso hay pagos que de no afrontarlos nos conllevan gastos mayores como tener el coche en el depósito o la multa que cuenta con una bonificación si se paga los primeros días, situaciones para las que un crédito rápido nos puede ayudar.
También es importante destacar que un mini crédito es más barato que un descubierto bancario en cortos espacios de tiempo. Sobre todo si es por importes pequeños, ya que la comisión inicial que te cobra un banco por el descubierto supone un gasto mucho más elevado que los honorarios de los primeros días por un préstamo de 100 o 200 euros.
Cuándo no es buena opción un minicrédito
Aun así, como ya hemos hablado, hay situaciones para las que un crédito rápido no es aconsejable. Y no solo porque sus bajos importes puedan no ser suficiente para la situación concreta que debemos afrontar, y para la que posiblemente otro producto financiero como un préstamo personal nos pueda servir de ayuda, sino también porque los mini créditos rápidos son un producto muy concreto y que, si abusamos de él, pueden causar sobre endeudamiento rápidamente.
Por ejemplo, nunca debemos usar un crédito rápido para pagar otro crédito rápido, ya que de esta forma entramos en una dinámica nada positiva en la que la suma de honorarios nos hará imposible, tarde o temprano, acabar devolviendo uno de los préstamo. Tampoco lo debemos usar como una fuente de ingresos recurrente ya que puede acabar siendo imposible devolverlo.
Tampoco se debe pedir si no contamos con una fuente de ingresos como una nómina o una pensión que nos permita afrontar el pago del préstamo y sus honorarios una vez vencido el plazo. Todos estos casos, que pueden parecer evidencias a primera vista, son importantes si queremos hacer un buen uso de los créditos rápidos
Sea como sea, sirve para cualquier situación puntual o gasto inesperado, y no sirve para usarlo como ingresos extra de forma prolongada. Deben usarse siempre con responsabilidad y no abusar de ellos.
Otro consejo, es que en caso que tengamos varios préstamos, el primero que debemos finiquitar es el crédito rápido, ya que aumenta sus honorarios más rápidamente que otro tipo de producto financiero.