Cuando se alcanza una meta importante, muchas personas sienten a menudo el deseo de celebrarlo de alguna manera. Sin embargo, a menudo me he dado cuenta de que la “celebración” únicamente consigue deshacer buena parte del buen trabajo logrado para alcanzar la meta.
Créeme, he caído en esa misma trampa, encontrando excusas para “celebrar” todo. Tanto si valía la pena como si no.
Vamos a ver algunas maneras de celebrar el éxito en un objetivo financiero que realmente logran que la celebración sea algo beneficioso y no perjudicial para nosotros.
Cómo Celebrar Adecuadamente el Éxito en tus Objetivos
No celebrar el final de un microobjetivo o una meta a corto plazo
Celebrar algo más importante es suficiente. Si celebras cada pequeño objetivo que consigas, por ejemplo, mediante la compra de algo o haciendo un gasto extra, este hábito socava gran parte del buen trabajo que has hecho.
Guarda estos “premios” para las metas más grandes y simplemente disfruta de la buena sensación de haber logrado algo y de estar en el buen camino hacia objetivos más grandes.
No lleves a cabo una celebración que va en contra del objetivo mismo
Por ejemplo, no celebres que has adelgazado dos kilos yendo a comer costillas. Y no celebres que has ahorrado este mes lo que tenias como objetivo saliendo de compras y gastándote 150 euros en cosas innecesarias.
En ambos casos, la celebración va directamente en contra de la razón para alcanzar el objetivo. En su lugar, debes celebrar la tarea que hiciste que más te ha gustado. ¿Cuál es lo mejor que comiste mientras bajabas esos dos kilos?¿Cuál fue aquella diversión barata que realizaste mientras ahorrabas? Trata de hacer eso otra vez.
Cuando acabes algo importante, debes celebrarlo
Cuando logres un objetivo importante, por ejemplo, un objetivo a medio plazo, sí que debes celebrarlo. Es bueno darte un pequeño homenaje y recompensarte a ti mismo por tus esfuerzos.
Mi única sugerencia, en este caso, es hacer algo que te recuerde el éxito en tu objetivo de alguna manera. Algo que no cause estragos y te devuelva al punto inicial o a un punto más atrás en el camino. Por ejemplo, si tu objetivo era comprar una casa, celebrar una pequeña fiesta en ella puede ser una buena idea.
Por lo tanto, ten mucho cuidado con las celebraciones porque tienen un peligro importante. Pueden hacer que destroces todo lo que ya habías avanzado.
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