Prestar dinero a un amigo o familiar es algo que hay que hacer con mucho cuidado. Principalmente, porque nuestra buena intención de ayudar solo puede hacer que la amistad se deteriore hasta un punto de no retorno. Es muy común encontrarte en una situación parecida a esta:
Prestas algo de dinero a un amigo y este promete devolvértelo en pequeñas cuotas cada semana durante un periodo de tiempo. E incluso escribís las condiciones en un papel que ambos firmáis. Después, el primer pago no llega, tampoco el segundo y tu amigo desaparece de la faz de la tierra. Le llamas y ni te contesta ni te devuelve las llamadas. Ahora tu amigo se ha convertido en un desconocido para ti
Lamentablemente esta no es una situación extraña y no será la primera ni la última que te pase si prestas dinero a amigos o familiares. Para evitar estas malas experiencias lo mejor, en general, es no prestar dinero y ayudar de una forma no financiera.
¿Por qué es Mejor no Prestar Dinero a un Amigo?
Prestar dinero cambia la dinámica de la relación
Una dinámica que no suele ser saludable. Antes del préstamo, tu relación era entre iguales. Pasabais tiempo juntos porque disfrutabais de la compañía del otro.
Después del préstamo la relación cambia. Ahora es poco diferente a que tu seas un banco y tu amigo un cliente. ¿De verdad quieres pasar el tiempo con la persona que te presta dinero? Yo no conozco a muchas personas que quieran hacerlo.
La situación financiera de un amigo puede afectar a la tuya propia
Digamos que prestas 500 euros a un amigo y luego mañana tu coche se avería. Para muchas personas esto va a significar encontrarse en la misma mala situación económica que su amigo y casi siempre van a tener un sentimiento de resentimiento respecto a él a causa de los esfuerzos y costes adicionales.
Nunca, nunca prestes dinero a menos que estés absolutamente seguro de que no tendrás necesidad de él.
Si quieres ayudar a un amigo dándole dinero, hazlo pero como un regalo
Aunque esto todavía introduce algún cambio en la dinámica de la relación elimina las cadenas del préstamo que estropean en la mayoría de los casos la relación.
Si quieres puedes dejar caer un “ya me lo devolverás” pero dejando muy claro que no es necesario. Que es un regalo. Aún así esto puede ser incómodo así que no es la mejor opción posible.
Ofrece una ayuda no financiera para para mejorar la situación
Esta oferta suele ser más valiosa que la ayuda financiera. Digamos que tu amigo pierde su trabajo. Puedes pasar tu tiempo ayudándole a encontrar un nuevo empleo en vez de darle dinero para ir tirando unas semanas más.
Busca maneras de ayudar a salir del problema sin ofrecer dinero, de esta manera se ve claramente como un acto de amistad, no como una conexión material.
El apoyo moral y emocional es la mejor ayuda que puedes proporcionar
Casi siempre, convencer a una persona que te cuente lo que realmente está sintiendo y vacíe la presión que tiene acumulada es la mejor ayuda que puede proporcionar un amigo. Trata de animarle a hablar sobre el problema que le llevó a la necesidad de necesitar un préstamo y escucha lo que realmente tiene que decir.
Si se enfada porque no le prestas dinero
Si no quieren aceptar que no vas a prestarle dinero, ¿qué clase de amistad tenías con esa persona? Piensa en esto: ¿qué clase de amistad sería dejar de ser tu amigo porque no le das dinero cuando ese amigo lo exige? Para mi, si la amistad se rompe por eso, es que no sería muy fuerte.
Recuerda, una amistad cuyo valor se puede expresar en términos monetarios, no es una amistad en absoluto. Así que no trates de meter dinero en una amistad porque los problemas van a aparecer en seguida.